La fuerza vital de la sociedad

El jueves 23 de junio 2016 Mons. Vincenzo Paglia participó en un acto celebrado en la sede de Ginebra de las Naciones Unidas, llamado: “La Exhortación del Papa Francisco Amoris Laetitia. La familia como fuerza vital de la sociedad”.
El evento, organizado por la Misión Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, además de la realizada por Mons. Paglia, contó con las intervenciones de: Amr Ramadán, Embajador Representante Permanente de la República Árabe de Egipto, el Embajador Andrey Nikiforov, Representante Permanente de la Federación  Rusa, el doctor Francesco Belletti, Director del Centro de estudios internacionales sobre la familia y consultor del Pontificio Consejo para la familia.
Después de los saludos de Mons. Jurkovič, Observador Permanente de la Santa Sede en la sede de Ginebra de las Naciones Unidas, Mons. Paglia presentó un breve resumen de Amoris Laetitia, subrayando, en primer lugar, que el texto contiene una reflexión teológica fidedigna del Santo Padre, fruto de la colaboración fraternal de muchos obispos de todo el mundo, en especial aquella que tuvo lugar durante la celebración de los dos últimos Sínodos celebrados en Roma.
Mons. Paglia también afirmó que Amoris laetitia, al igual que las primeras páginas de la Escritura, sitúa a la familia en el punto crucial de los desafíos para el nuevo desarrollo del planeta. Finalmente, el Presidente mostró la atención pastoral de la Exhortación y la actitud positiva ante la compleja y fecunda realidad de la familia creada por Dios.
En la segunda parte de su intervención, Mons. Paglia señaló que “el texto papal puede abordar un dialogo, de manera eficaz, con los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible proyectados para el 2030 por las Naciones Unidas. Si queremos un mundo que crezca realmente en la justicia y en la paz, en el cuidado de los recursos y del medio ambiente, en la atención a los sectores y poblaciones más pobres, en la convivencia pacífica y en el desarrollo solidario, las diversas instituciones políticas, religiosas, culturales y económicas, han de trabajar unidas para que la experiencia que se encuentra al origen de las relaciones – que es la familia – sea reconocida y ayudada”.
Recordando las aspiraciones y las esperanzas que animan el espíritu de las Naciones Unidas, Mons. Paglia concluyó: “La historia de la humanidad, en todas los siglos y en todas las latitudes, muestra que es solamente a partir de esta escuela primaria de relaciones que se puede imaginar y dar cuerpo al sueño que cada humanidad alberga en lo más profundo y que consiste en hacer de todos los pueblos una sola familia. Este sueño es precisamente la razón de ser de las Naciones Unidas. Y de vuestro trabajo. Con la Amoris Laetitia, el Papa Francisco da un paso más para ayudar a los pueblos de la tierra – en el respeto de cada identidad – a hacer realidad el sueño de convertirse en una familia que vive en paz”.