La Palabra de Dios cada día 2007

Sigueme Ediciones, Salamanca, 2006

«Señor, enséñanos a orar» (Lc 11,1). Ésa es la petición que hizo un discípulo a Jesús tras haberle visto rezar. Esta invocación es también la nuestra. ¿Cuántas veces, en efecto, nos preguntamos cómo rezar, cómo dirigirnos al Señor, qué palabras utilizar para ser escuchados? Hacemos bien en pedir al Señor que nos enseñe a rezar. Rezar es escuchar la palabra de Dios, leerla con el corazón disponible y luego dirigirse al Señor con palabras y los sentimientos que él mismo suscita en nuestro corazón. En una vida llena de empeños y de preocupaciones, lo primero de lo que prescindimos es precisamente de la escucha de la Palabra del Señor, es decir, del tiempo de la oración. La Palabra de Dios cada día 2007 quiere ayudarnos a elegir «la mejor parte» cada día. Por eso marca el paso de los días del año indicando un pasaje bíblico con un breve comentario espiritual, que puede ir acompañado también por la oración semanal tal como se hace en la Comunidad de Sant’Egidio. El creyente no debe cansarse jamás de rezar.