Messa della Sacra Famiglia a piazza Colon – Madrid

Queridas familias, queridos padres, hijos, abuelos y nietos:

Estoy feliz de participar en este encuentro de las familias que una vez más se reúnen el día de la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret. Es un momento de gran alegría para todos. Y nos reunimos aunque no faltan problemas y la crisis está poniendo a prueba vuestro país y a Europa entera.

Pero nosotros sabemos que el Señor no cesa de ofrecernos su ayuda. También María y José han tenido problemas, ya sea antes de casarse como después.

Han estado juntos con Jesus y han superado los problemas. El Niño es el secreto de la Familia de Nazaret. Es El, el que nos muestra la necesidad de la familia. Jesús, para nacer, no ha necesitado de una casa, no ha necesitado de un bienestar especial. Ha necesitado de una Familia. Y en esta familia ha crecido en sabiduría, en edad y en gracia como escribe el evangelista Lucas.

Queridos padres, imitad a María y a José. Queridos hijos, imitad a Jesús. Queridas familias, imitad la familia de Nazaret.

Es en la familia donde aprendemos a vivir y a creer, a entregarse cada día y a amarse entre nosotros. La Iglesia lo sabe bien. Y han hecho bien los obispos españoles al enviar un mensaje especial en el día de hoy.

Es bonito reencontrarse, justo después de Navidad, alrededor de la sagrada familia de Nazaret.

Navidad quiere decir familia. También el mundo lo ha intuido, de tal forma que en Navidad todos desean estar en familia, incluso aquellos que no son cristianos. En efecto, cualquiera sabe, que la soledad es triste.

Lo saben los niños abandonados, lo saben los ancianos dejados en los asilos, lo saben los jóvenes privados de futuro, lo saben los adultos que deben afrontar solos la crisis, lo saben los enfermos que no son visitados. Sólo la comunión es bella, sólo la familia es bella. Y nosotros estamos alegres, muy alegres.

Somos una comunión de familias reunidas en torno a Jesús. Queridos amigos, El Niño hoy nos pide que mostremos la belleza de la familia y que la defendamos.

Quizás nos lo pide con su llanto en el pesebre, pero también con el llanto de todos los niños abandonados. Ellos (los niños) tienen necesidad del amor y del afecto de un padre y de una madre. Y todos necesitamos del calor de la familia.

Es así desde la creación del mundo. Dios después de haber creado al hombre a su imagen dijo:”no es bueno que el hombre este solo”(Gn 2,18). Adán estaba vivo, pero le faltaba algo de vital: una compañera y una compañía.

La familia es vital para nosotros, para Madrid y para España, para Europa y para el mundo. Nosotros lo sabemos y hoy lo decimos en voz alta.

En voz alta, sobre todo queremos agradecer al Señor por el gran don de la familia. Es un don extraordinario para toda la humanidad.Desgraciadamente, el don de la familia muchas veces viene rechazado, herido e incluso negado.

Si queridos amigos, la serpiente tentadora está roja de envidia. Y, sin embargo, la familia es el tesoro más preciado de la humanidad, el recurso más eficaz de la comunidad.

¿Con quién nos alegraremos sin la familia? ¿Y dónde iremos sin ella, sobre todo en los momentos de crisis, como estos que estamos viviendo ahora? Necesitamos de la familia! Tiene necesidad la sociedad de la cual es la célula fundamental.

Madrid levanta los ojos y mira a esta Plaza. Estas familias son tu fuerza! Y nosotros queridas familias estamos contentas de poder ofrecer esta ayuda a todos para la construcción del bien común. Somos felices de poder servir y de vivir no solo para nosotros mismos sino para el Evangelio y para una sociedad más humana. Nuestras familias no son guetos, pequeños y cerrados. Junto a todas las familias cristianas formamos la gran familia de Dios difundida en el mundo y reunida en torno a Pedro.

Estamos a la espera de escuchar su palabra. Gracias Papa Benedicto por el amor que tienes a la familia!

Gracias por las palabras que no cesas de decir en defensa de este extraordinario patrimonio de la humanidad y de la Iglesia.

A todas las familias del mundo (también aquellas que no son cristianas) queremos gritar nuestra alegría por ser familias auténticas y bellas. Sentimos a todas las familias del mundo – in particular las que sufren -cercanas junto a nosotros en esta plaza. Si, Madrid es hoy la capital de las familias del mundo!

Y desde esta plaza tenemos un sueño: haced de todos los pueblos de la tierra una gran familia. La Eucaristía que ahora celebraremos es el inicio de este sueño. Ella es fermento de unidad y levadura de familiaridad para que Madrid, España y el mundo entero puedan llegar a ser una familia universal, donde todos seamos hermanos y hermanas y el Señor que está en los cielos sea el Padre bueno de todos. Pedimos a Dios que este sueño sea una realidad.

Queridos amigos, al final del año de la fe el Papa ha querido convocar a Roma a todas las familias los días 26 y 27 de Octubre próximo. Queridas familias, feliz Navidad, feliz año nuevo y mañana todos a medianoche a comer las uvas!

Y el año próximo todos a Roma con el Papa!