Vincenzo Paglia: Pensar que Francisco busca cambios doctrinales es una locura

JOSÉ BELTRÁN. ÁVILA

Expresivo. No puede mantener una conversación sin gesticular o sin mover las manos. Tampoco puede ofrecer una conferencia sentado en su silla. Un comunicador nato. Así es Vincenzo Paglia, el ministro vaticano de la Familia. “Soy el obispo más feliz del mundo”, comenta siempre que puede. Y lo contagia. Esta naturalidad a la hora de expresar pensamientos y sentimientos fluye durante el encuentro que mantiene con Vida Nueva en la Universidad Católica de Ávila, minutos antes de ofrecer una ponencia sobre los ecos del Sínodo Extraordinario de los Obispos, promovida a través del Instituto Berit de la Familia. “Venir a Ávila ha sido una experiencia que me ha tocado, porque la primera casa de la Comunidad de Sant’Egidio –de la que es fundador– se levantó en la primera fundación de la reforma de santa Teresa en el centro de Italia”.

¿Son tan relevantes Teresa de Ávila o Juan de la Cruz para la historia de la Iglesia universal como nos creemos por aquí?

Han tenido y tienen una influencia indiscutible en la Iglesia. Ya sabe que soy el postulador de la causa de monseñor Romero. Una de las primeras veces que hablé del proceso con san Juan Pablo II para profundizar en la dimensión espiritual de Óscar Romero, le lancé al Papa una pregunta: “¿Sabe lo que estudió en la Universidad Gregoriana de Roma?”. Le expliqué que se centró en la vida espiritual de san Juan de la Cruz que, precisamente, fue también el santo más importante para Wojtyla. Fíjese: los dos están unidos en torno a la figura del santo español. Esta anécdota me permite, además, subrayar cómo Romero no era un teólogo sistemático, su estructura espiritual era más propia de un místico que de un analista. Su compromiso con los pobres no descendía de un análisis político, social o filosófico. Nacía directamente de una espiritualidad evangélica, la misma fuente que Juan Pablo II.

Sin embargo, hay quien ha tirado de argumentos políticos para presentarlo como un personaje contradictorio.

Romero no es contradictorio. Fue un pastor, un místico. No analizaba, se apasionaba. Ni tan siquiera dividía el mundo entre tesis y antítesis. Simplemente, quería seguir a un Jesús que da la vida por nosotros.

Intuyo que le resultará difícil no apasionarse llevando este proceso… 

Me ha resultado imposible mantenerme al margen sin que me afectara.

¿Cómo va de verdad el proceso de beatificación de monseñor Romero?

Muy bien. Estamos en la fase final.

¿Lo ve cerca?

Estamos concluyendo la causa.

¿Qué ha pasado realmente en el Sínodo de la Familia?

El Sínodo de la Familia es el fruto de una intuición espiritual y profética del Papa. Se nota que está impulsado por el Espíritu Santo, pues ha abierto los ojos y el corazón de Francisco para mostrar a la Iglesia y a la sociedad de nuestros días la importancia crucial de la familia. En una situación contradictoria de un mundo que es a la vez globalizado e individualista, la familia es el único lugar donde se puede aprender la convivencia pacífica entre personas diversas. El Sínodo contiene esta profecía, y a nosotros nos corresponde ahora acogerla o analizarla.

Da la impresiò de que costò acoger esta profecìa en el aula sinodal… ¿Fue tan acalorado del debate?

Somos coscientes de que estamos abordando una cuestòn enorme. El debate del Sìnodo – que los medios han exagerado – es un reflejo de la relevancia del problema que abordamos. Para mi gusto, tenìamos que haber debatido todavìa màs. Debrìamos ener miles de “Avilas”  para llegar a octubre de 2015 con un patrimonio mas rico de reflexiones, porque estamos abordando el punto mas crucial de la cultura contemporànea.

Los temas que han atraìdo el foco mediàtico han sido los relacionados con la comuniòn de los divorciados vuueltos a casar y con los homosexuales…

Son temas secundarios. Yo tengo muchos amigos homosexuales. Son hijos de Dios y tienen la dignitad de ser hijos de Dios y nadie està excludido de su amor, esto tiene que quedar muy claro. Da ahi a llamar matrimonio a los uniones homosexuales lo considero una mentira.

¿Què asuntos la preocupan màs?

La desestructuracion del triptico fundamental del a Creacìon: matrimonio, familia y vida. Hoy este conepto esà “Deconstruido”. Dios ha creado la familia como cèlula bàsica de la sociedad, mientras que nosotros hoy emos recostruido estos principios a nuestra medida. Lo que vemos es punta del iceberg: nos estamos dirigendo hacia una sociedad desfamalirizada, donde el iben comùn ha desaparecido y solo interesa el individuo. En mucos casos estamos abordando los probolemas sin acercarnos a estudiar cuàl es la verdera fuente de esos problemas.

Tempoco la Iglesia parece dar con la fòrmula para comunicarlo…

La Iglesia debe redescubrir una nueva estrategia pastoral para mostrar el mundo que la familia no es una prisiòn, sino una buena noticia para todos. El primer documento del Sinodo deberìa ser una demostraciòn de la belleza de la familia cristiana. Esto implica repensar globalmente la misma pastoral de la Iglesia. no es profètico renovar la pastoral de la familia, es necesario repensar toda la pastoral desde la perspectiva familiar. Es màs, si la Iglesi es capaz de mostrarse al mundo como una familia, ayudarà a la sociedad a convertirse en una familia.

La Iglesia como familia. Le palnteo: ¿la Curia es una familia?

Es un problema mayor de la Iglesia un excesivo “famlismo” de la familia. Vivimos una excesiva curializaciòn de las parroquias, de la Iglesia en sì. Tenemos que ayudar a que la Iglesia sea màs familiar y a que las familias sean màs eclesiales. Màs amor, màs solidaridad, menos individualismo. Son la vìas de papa Francisco.

Da la sensaciòn de que no està resultado nada fàcil cuaje. Baste ver la palabras del cardenal Burke, al insinuar che “la nave de la Iglesia ha perdido la brùjula”.

Yo las considero solo oposiciones secundarias. La verdadera oposiciòn no son algunos cardenales ni determinadas personas. La veradera oposiciòn es la respusta en voz baja de la quienes buscan dar continuidad a lo que ha sido asì siempre. Cuanto màs tomemos el espiritu del papa Francisco, mas serviremos a la Iglesia y a la sociedad. Tenemos que sentir el olor del rebano, y yo quiero que todos los obispos y los fieles sientan ese olor del Papa. Hay que salir pos los caminos del mundo y, por ejemplo, venir a Avila y decirle a todos los cristianos que hay que ir màas allà de su esplendida muralla.

Salir fuera. Pero, en temas de familia ¿còmo mostrarle a una sociedad que la vida es un derecho, cuando considera que el aborto es el derecho?

Me remito aqui  a una bellissima homilia de monsenor Romero. Oficiaba un funeral cuando recordò còmo el vaticano II llamaba a todos los cristianos a se rmartires, entendido como un acto de dar vida. Y ponia como ejemplo a la madre que concibe a un nino, quel o cuida en su seno y lo da a luz. A partir de ahi, you reflexiono: Como hablar contra el aborto? Repetir la doctrina no sirve de nada. Son las madres la que tienen que hablar y nosotros tenemos que ayidarlas a que hablen. es su testimonio el que derrotarà la tristeza del aborto, que mata a los ninos y al espiritu de esas madres. Si la Iglesia tiene que anadir algo puede remitirse a la Madre Teresa: dejadles que nazcan y yo los cojo.

¿De dònde nace ese miedo latente a pensar que los cambios pastorales que persigue Francisco esconden detràs cambios doctrinales?

Son tonterias, una locura. Es una tentacion del diablo que se viste de defensor de la fe.

 

 

 

 

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