Visita México el Presidente de la Academia para la Vida del Vaticano

Carlos Villa Roiz

Estuvieron en México dos autoridades del ­Vaticano: Mons. Vicenzo Paglia, presidente de la Academia para la Vida del Vaticano y Gran Canciller del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del ­Matrimonio y de la Familia, y Mons. Pierangelo Sequeri, presidente del organismo en la Sede Central en Roma, quienes ofrecieron conferencias magistrales en el plano académico.

En coincidencia con los 25 años de la fundación de ­esta institución, los funcionarios visitaron la sede del Instituto Juan Pablo II en la Ciudad de México, donde se ­reunieron con autoridades, profesores y estudiantes en la Universidad Anáhuac Campus Norte.

En posterior conferencia de prensa, Mons. Sequeri ­dijo que la Iglesia tiene la tarea de recomponer el conocimiento y los afectos de la familia, y recordó que en el Vaticano se han llevado al cabo en años recientes dos sínodos dedicados a la familia, en los que han participado obispos y especialistas de todo el mundo. “La alianza conyugal es un sacramento que no termina simplemente en el Matrimonio; por el contrario, debe influir en todos los sectores de la sociedad”, dijo, y puso en ­elieve que la unión sacramental entre el hombre y la mujer debe trascender en las futuras generaciones.

Afirmó que el sacramento del Matrimonio añade un valor especial al vínculo conyugal, pero que al mismo tiempo requiere “lidiar con la fragilidad de los vínculos que son únicos de la condición humana”. Por ello, consideró importante que la Iglesia se equipe con nuevas herramientas conceptuales para responder a los desafíos de la época, mientras que las comunidades cristianas deben ser vistas como una red de acogida en las relaciones humanas básicas.

Por su parte, Mons. Vincenzo Paglia recordó que el ­papa Francisco, en continuidad con san Juan Pablo II —quien publicó en su momento la exhortación apostólica Familiaris Consortio—, también escribió en fechas recientes la exhortación apostólica Amoris Laetitia, con lo que le dio continuidad cultural y pastoral al magisterio sobre la familia, y citó a Juan XXIII, quien decía de la Iglesia que no es un museo, pues la tradición es un cuerpo que crece, y lo hace con sabiduría: “sobre el ­tema de la familia –dijo– la Iglesia es la institución q­ue más ha hablado, que más la ha defendido, y que más la ha comprendido”.

El Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II fue fundado el 13 de mayo de 1981 con el fin de ofrecer a ­toda la Iglesia una reflexión teológica renovada en torno al amor humano, el matrimonio, la familia, y todas sus ­implicaciones pastorales, ayudando así a la Iglesia en el cumplimiento de su misión.

La Sección Mexicana del Pontificio Instituto Juan ­Pablo II para estudios sobre matrimonio y familia fue confiada a los Legionarios de Cristo, y está integrada a la Red de Universidades Anáhuac. Su misión es impulsar la investigación y la formación integral de la persona, el matrimonio y la familia.

Como parte de la visita, ambos funcionarios recibieron como obsequio una copia al tamaño natural de la Virgen de Guadalupe, que fue obsequiada por el Movimiento laical Unión de Voluntades.